miércoles, 3 de junio de 2020

PALABRAS PARA ABRAZAR LA PATERNIDAD

Hay infinitas formas de ser padre. Hoy pienso en la cantidad de hombres que la vida ha puesto en mi camino para enseñarme sobre la delicadeza, la ternura, la nobleza, la sensibilidad. He conocido padres de todas las formas, tamaños y colores. Me he encontrado con hombres que desafían los estereotipos sociales de la paternidad, sin proponérselo, sólo por permitirse fluir desde el amor; padres que se han tomado en serio la titánica tarea de enseñar, de formar y de creer en sus hijas e hijos, y en ellos mismos. Hombres incomparables entre sí, porque han traído lo mejor y lo peor de sus infancias para ponerlos al servicio de un ser que, seguramente, será el reflejo de todas esas intenciones.

Sueño con un mundo lleno de padres como ellos, como él. El que abraza, el que acompaña, el que defiende, el que dice más con sus hechos que con sus palabras, el que se muestra coherente, el que enseña pasión, generosidad, transparencia y lealtad, el que llora, el que se conmueve, el que cuestiona, el que lee, el que escribe, el que escucha, el que comprende, el que es curioso; el que nunca deja de ser niño sólo para enseñarte la importancia de la inocencia, de la flexibilidad, de la vulnerabilidad; el que no se resigna y persigue sus sueños, porque sabe que es la única manera de que aprendas a perseguir los tuyos, y le brillan los ojos cuando te ve conquistar tus logros; el que te muestra que es posible volar y te impulsa a hacerlo.

Me lleno de emoción y admiración por aquellas personas adultas que gozamos la dicha de tener este tipo de padres, y más aún, por las pequeñas personitas que empiezan a disfrutarlos. Es un honor y una esperanza infinita saber que la paternidad puede transformar una sociedad y hacer mejores personas, las conozco, soy testigo de ellas.

Sé que es una obligación asumir una paternidad responsable, amorosa y activa, y así mismo, considero fundamental homenajear a quienes se dejan la piel en el complejo experimento de formar un ser humano, no hay una fórmula secreta, ni padres perfectos, pero aplaudo y agradezco las formas de ser padres de ustedes: los León, los Osma, los Balaguera y tantos otros más que le apuestan a crecer en dirección del amor por medio de la paternidad, que se resisten al mito del padre autoritario e impositivo, y que no paran de aprender que la ternura, la empatía y el respeto enseñan mucho más.


Memorias de la infancia. Álbum familiar.


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